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¿Y que pasa cuando nos sentimos mal?

¡Definitivamente estar en coherencia y paz interna es el “estado ideal” o al menos el estado que más disfrutamos porque todo fluye y vemos el mundo divino y perfecto! Pero la realidad es que es TOTALMENTE NORMAL a veces “estar bien” y a veces “estar mal” Lo que no me parece muy saludable es cuando estamos “mal” queramos hacer de cuenta que no pasa nada porque queramos resistirnos a las emociones incómodas. O lo que no me parece saludable es tener el pensamiento ideológico que tenemos que estar perfectamente balanceados todo el tiempo. Para no estar en “estado ideal” no es necesario que ocurra un gran evento. A veces con tan solo un comentario de nuestra pareja o un pensamiento de miedo o escasez es suficiente para llevarnos a un estado de mayor intolerancia y desbalance.

El trabajo no es evitar tener esos momentos o espacios mentales. El trabajo es darnos cuenta de que los estamos atravesando, darnos cuenta como nos estamos sintiendo y entender que son parte de nuestra naturaleza para darles el espacio de transformarse mientras pasamos un proceso de aprendizaje. Es verdad que cada emoción y pensamiento que tenemos tiene una frecuencia y una vibración que atraen situaciones y personas que vibran en la misma frecuencia.

¿Que quiere decir esto? Que si una persona está deprimida todo el tiempo pues va a atraer más situaciones y pensamientos que alimentan esa emoción, así mismo si una persona está en estado de agradecimiento pues atrae a su vida más razones para estar agradecida. Sin embargo; esto no quiere decir que cada vez que algo nos rabia, ansiedad, miedo o tristeza quiere decir que está mal, o que tengo que cambiarlo inmediatamente para atraer cosas “buenas a mi vida” porque entre más resistencia yo le ponga a algo en mi vida, en este caso una emoción, más persiste eso en mi vida. Por otro lado, está dualidad de emociones solo nos recuerda que somos humanos y que venimos a experimentar las emociones.

Mi consejo es:

#1. No te resista a las emociones y las ignores. ¡Al contrario están ahí para mostrarte algo, son como nuestra brújula! Escuchalas y dales el espacio.

#2. Recuerda que tú no eres ni tus emociones ni tus pensamientos, pero tú si puedes engancharte con ellos para que perduren más tiempo en tu cuerpo. Entonces si te incomodan simplemente no te conviertas en tus pensamientos y emociones. Solo observalas y hazte preguntas desde la curiosidad sobre ellas

#3. Trata de crear en tu memoria celular las emociones que más disfrutas para que las puedas traer a tu cuerpo cada que las quieras experimentar. Conclusión: Eres perfectamente normal si en un instante te sientes iluminad@

y al otro instante sientes que quieres reaccionar frente al mundo. Es parte de ser humanos. Vinimos a experimentar las emociones y sensaciones y no existe una emoción mala como tal. Esa incomodidad que sentimos es parte de nuestro juicio frente a ella y está ok.